El campo de la odontología evoluciona a pasos agigantados. Basta con ver las nuevas tecnologías que, año tras año, llegan para dar luz, mejorar y perfeccionar la eficacia de los tratamientos relacionados con la ortodoncia. Un claro ejemplo lo podemos encontrar en Orthopulse y Accedelent.
¿En qué consiste Orthopulse?
Se trata de un dispositivo que utiliza niveles bajos de energía de luz para estimular el periodonto y el hueso alveolar que rodea las raíces de los dientes. De esta manera, facilita el movimiento de los dientes, reduciendo así el tiempo de tratamiento. En total se puede conseguir una aceleración del 30 al 50%.
Acceledent, el aparato que acelera la ortodoncia
Acceledent también es un aparato pequeño e inalámbrico que genera unas vibraciones que aceleran el movimiento de las raíces de los dientes a través del hueso, facilitando la tarea de la ortodoncia. Este aparato, además, es compatible con la ortodoncia fija con brackets o con invisalign y es eficaz con ser utilizada durante 20 minutos al día. Su funcionamiento es sencillo: como decíamos, este aparato desprende unos microimpulsos de su tecnología SoftPulse que están calibrados con total precisión, de manera que son totalmente seguros e indoloros. Este tratamiento puede llegar a acelerar la ortodoncia hasta un 50%.
Propel, otro método muy eficaz
Además de Otropulse y Accedelent, también encontramos un tercer aparato que se basa en las “microosteroperforaciones”, que vendría a ser algo similar a hacer una acupuntura en las encías. Con este proceso se consigue que aumente el flujo de nutrientes alrededor de los dientes, facilitando así el movimiento dental. La aceleración que se consigue del tratamiento es notable y puede llegar del 35 al 60%.