Antes de nada, es probable que te estés preguntando, ¿qué es la glándula parótida? La glándula parótida es un órgano voluminoso situado a ambos lados de la cara que, junto a otras dos glándulas maxilares inferiores y dos sublinguales, forma parte de las glándulas salivares. Su función principal es la de producir secreciones serosas, mientras que las submandibulares y sublinguales, tienen la de emitir una secreción mixta seromucosa y liberar el moco, respectivamente. A partir de ahí, cuando se ven afectadas puede ser por diferentes motivos.
Afectaciones más comunes…
Entre las enfermedades más típicas que afectan a la glándula parótida encontramos las siguientes:
- Parotiditis o paperas: Se trata de una infección vírica que cada vez se da menos, dado que, hoy en día, la vacuna triple vírica anula al virus responsable. Este proceso inflamatorio consiste en una afectación de ambas glándulas y de los tejidos adyacentes.
- Infecciones bacterianas: Muchas veces, pueden ser causadas por una mala higiene bucal, aunque la obstrucción de uno o de los dos conductos salivares suele ser también la causa principal. Cuando ocurre esto, muchas veces es debido a la cristalización interna de algunos componentes de la saliva.
- Tumores: Pueden ser tanto benignos como malignos. En estos casos suelen afectar a una de las dos glándulas, provocando la obstrucción del conducto salivar.
- Inflamaciones debido a otras enfermedades: Patologías como la artritis reumatoide, la diabetes o la sarcoidosis, así como enfermedades del sistema inmune, pueden verse afectadas.
Síntomas principales
Entre los síntomas más comunes que presentan las enfermedades citadas anteriormente, está una notable inflamación que surge en la parte inferior de las orejas. También es frecuente sentir dolor en los oídos, tanto de forma constante como al masticar. Otros síntomas que se pueden presentar son la sequedad y el mal sabor de boca, la fiebre, la dificultad para tragar, la pérdida de apetito, el dolor facial y hasta dificultad para abrir la boca.
Si se da el caso de que se presentan algunos de los síntomas comentados, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, especialmente si existe inflamación de la glándula parótida. En este caso, requiere de un diagnóstico diferencial para evaluar el caso y, si fuera correspondiente, realizar un tratamiento.